Nos despertamos temprano para desayunar y salir con las energías bien cargadas, de camino a la trilha pasamos por el un minimercado y compré algunas manzanas y bananas.

Desde donde estábamos eran unos 20 minutos hasta el comienzo y desde ahí eran 2 horas y media caminando por el camino marcado que por partes no tenía marcas pero no era par perderte aunque siempre hay uno que otro que se pierde como en todos lados jajaja.

Es un lindo camino por medio de los gigantescos arboles, plantas, piedras y el sonido de los animales que habitan el lugar.

Es un camino duro pero vale la pena la vista que se tiene estando arriba.

En un principio nos equivocamos de camino y terminamos subiendo una buena altura por partes un poco empinadas y sin nada para sujetarse, desde ahí teníamos una vista hermosa pero ellos decían que creían que se podía subir a la cabeza pero desde donde estábamos no había forma.

Ya que llegamos a ese lugar y tenia una hermosa vista aprovechamos para sacamos varias fotos y descansábamos un poco de la larga caminata hasta que en un momento llegan un grupo de argentinos que estaban en el camping con otras personas más creyendo que era el camino pero también se habían equivocado como nosotros jajaja.

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Entonces ya que sabían que el camino era otro nos fuimos todos juntos y en verdad nos faltaba un poco más, se podía ver una gran montaña y nosotros bastante bajos a lo que era la piedra que mide 982 metros.

Pero ya luego de esa larga caminata estábamos ya casi en la cima y se empezaba a ver la isla mas completa, al llegar arriba era una vista de 360º una locura, nunca había tenido una vista tan hermosa como esa, tanta distancia y tanto verde de los arboles, azul del océano y celeste y blanco del cielo, simplemente una vista majestuosa, al sentarme en el pico se sentía un viento que te levantaba, a centímetros de una muerte segura. Valió cada paso el llegar hasta ahí, nos quedamos hasta tipo 17:00 h. porque después en la noche se nos podía complicar el volver sin mucha luz para alumbrar, por que en la noche dentro del morro ni tu mano podes ver de la oscuridad.

Como ya nos sabíamos más o menos el camino a la bajada era mas fácil así que veníamos como corriendo y agarrándonos de las plantas para doblar, fue muy bueno hasta que uno se torció el tobillo y desde ahí ya volvíamos mas despacio. Habremos llegado cerca de las 19:00 h. ya siendo casi de noche. Fue una caminata muy buena, conociendo un poco a los demás y al mismo tiempo tus limites y resistencia.

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