
Activando con Proveta
Camino a mi nuevo destino que era Proveta, en este punto era la parte más alta y de ahí ya iba en cuesta bajo más de lo que subía.
El subir hasta ahí fue bastante pesado ya que era un poco inclinado, la tierra estaba mojada y resbaladiza al igual que las piedras porque el clima estaba un poco inestable y lloviznaba de a ratos y empeoraba el subir. Parecía que no se iba a terminar nunca de subir, esperaba esa parte recta para poder caminar sin dificultad y descansar un poco porque no daba para lastimarse así que unas paradas por donde se prestaba no venía mal.
Pero las ganas y el esfuerzo dieron frutos y ya estaba en el mercado de Proveta que era uno de los fines de pasar por ahí para comprar lo que iba cocinar los días siguientes.
La verdad que Proveta no tiene mucho para destacar, una vista muy linda desde arriba pero se puede ver la parte sucia el agua por lo que me habían dicho el desagüe todas las casas terminaba ahí entonces no era muy lindo paro entrar a nadar. También me contaron que era una zona de pesca.
Lo que aproveche de ese lugar fue que tenía uno de los pocos mercados en donde podría abastecerme ya que en la isla no en todos lados se vendía mercadería y el comprar comida ya elaborada en ocasiones era mucho más caro.
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Rumbo a Praia Vermelha
De salida en dirección a Praia Vermelha entre todas las indicaciones que fui preguntando sin darme cuenta en un momento estaba en un antiguo taller parecía, porque estaba abandonado con mucho pasto sobre algunas cosas y yo ni sabía como había llegado hasta ahí.
En un momento no había ningún camino, lleno de hojas, yuyos, plantas, arboles , la naturaleza en su libre crecer así que te podes imaginar.
Y yo ahí nuevamente perdido pero no preocupado ya que era bastante temprano y tenía sol para rato, lo que si ahí había que ir mirando donde poner el pie porque había muchas espinas y chiquitas no eran, no solo en el suelo sino que también a altura de la cara, mis lentes sin darme cuenta se comió varias espinas.
Me toco una parte que el único camino que había y era una lleno de espinas, era pasar e intentar salir menos lo menos cortado y raspado.
Tuve suerte porque en todo ese momento que anduve perdido no me encontré con ningún animal que me pudiera dar algún problema.
Creo que estuve perdido media hora mas o menos, la verdad no lo recuerdo bien, pero lo que si recuerdo era que la calma siempre estuvo, el estresarme o alterarme no cambiaría nada mas que complicarla.
Fui caminando morro para arriba hasta que después de una buena lucha para poder subir con la mochila en la espalda pasando por espacios chicos y en ocasiones arrastrándome.
Turismo extremo le decían jajaja pero no quedaba otra, no iba a mandar señales de humo por un pequeño error de direcciones jaja.
Pero ya después de ese camino o atajo a lo Feda jaja ya estaba nuevamente en buena dirección hacía Praia Vermelha.
Praia Vermelha nada más fue de pasada no tengo nada para resaltar del lugar aparte de que en el camino para llegar hasta ahí podes elegir 2 formas de hacerlo, uno es más corto que el otro así que ya saben cual elegí.
Yo no sabía pero ese que había elegido era nada más para la gente que vivía ahí porque en un momento empecé a pasar al costado de las ventanas de las casas y puertas, seguía como que nada estaba pasando, como nadie me dijo nada y tampoco tenía intenciones de nada que no fuera seguir hasta la playa.
Al llegar por fin a la playa me acerco a una persona y le pido si me podía dar un poco de agua, en eso aparece un señor y empieza a gritar de que yo estaba pasando el costado de las casas como con intenciones de robar, que ese camino es únicamente para los locales a lo que yo le respondo que no había ninguna señalización que dijera eso, yo le hablaba con respeto pero él buscaba nada más que yo me alterara o no sé qué pero me hablaba para el culo y parecía que fue a buscar a personas de INEA, así que terminé de tomar agua y seguí mi camino al lado contrario que lo fue que era Araçatiba antes de que aparezcan. Nos vimos en los corsos jajaja.
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Araçatiba
Cada rincón de la isla tiene sus encantos peculiares
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Matariz
Lo único que hice en este lugar fue buscar un camping para poder dormir había pasado por muchos lugares pero ninguno tenía donde acampar y al mismo tiempo para poder cocinar algo porque el hambre es hacía notar.
Por suerte en este lugar que estaba por acampar el dueño me ofreció la habitación ya que no tenía nadie más alojado aparte de mí.
Le había pedido una olla para poder cocinar ya que no tenía cocina en el camping y yo por suerte tenía una parrillita portátil así que prendí fuego y me hice alto guiso

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Saco do Céu
Ya la isla estaba de mi lado después de mucho andar, subiendo y bajando de tantos morros el camino al fin era recto y ya no era tan forzado como venía siendo.
Aproveche y saque unas fotos y filme el tranquilo lugar que es Saco do Céu mientras aprovechaba y descansaba los hombros de la mochila que venía ya hacía un buen tiempo colgada de mí.
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Enseada das Estrelas
La verdad lo que me encanto de este lugar fue el tener que sacarme las zapatillas y seguir descalzo para no mojarlas claro y de paso refrescarte los pies, ese buen masaje de arena y agua helada.
Y ver ese cartel de "Cuidado Coco", ese cuidado que es muerte si te cae uno en la cabeza jajaja
Para poder continuar el camino
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