Para empezar bien, cuando iba a ir a la isla no había leído mucho, solo superficial pero ¿dar la vuelta caminandola? no lo había imaginado, estaba para ver que presentaba la ocasión y en el primer día había escuchado que la dieron la vuelta en 30 días, se me hacía mucho tiempo.

Pero en una de las tantas charlas que surgieron me dijeron que la habían dado la vuelta en 7 días, entonces fue que dije que ya fue voy a dar la vuelta a la isla.

Como la idea era hacerla con la menor carga posible pregunte si me podían guardar unas cosas hasta que vuelva para no andar con carga extras porque una isla no es como un camping que tenes para dejar tus cosas y andar tranquilo de la vida sin pesos que te modifique la movilidad.

Lo planee de una noche para la otra así que compré las cosas que iba a cocinar en el camino porque no se conseguía en cualquier lugar almacenes para poder comprar mercadería o si es que encontras es más que caro ya que son elaboradas, así que compré para unos 3 días.

Me acosté no muy tarde para poderme despertar temprano e irme lo mas temprano posible ya que adelante me esperaban muchos kms.

Al otro día la mochila en la espalda, de camino paso por una tabaquera y un encendedor por si necesitaba prender un poco de fuego y de ahí hasta mi primer destino que sería Praia Caxadaço.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Arranca esa aventura en una hermosa mañana soleada por la naturaleza con varios kilos en la mochila pero con las ganas de conocerla que hacía que pesé menos. 
Para mi suerte al llegar una hora de camino salen 3 personas de INEA (encargados de controlar el bienestar de todo y todos en la isla) se me acercan y preguntan que cuales eran mis intenciones en el paseo por a isla, a lo que le respondo que iba a dar vuelta la isla y me dicen que tenía que volver e irme por el otro lado, yo los miro y les digo que ya había caminado una hora y con la mochila acuesta para que ellos me digan eso, si hubieran estado en la entrada capas hubiese sido diferente pero que yo no iba a volver, me dicen que nada más iba a poder ir hasta par Parnaiorca y que desde ahí iba a tener que volver porque no se podía pasar por dos islas que están en el medio porque son una preservación ambiental a lo que yo le respondo que preferiría volver desde esa playa que estaba a 27 kilómetros por todo el viaje que haría entre entrar y salir de las playas que volver desde ahí porque a ellos se le ocurrió estar una hora de caminata y no estar en el comienzo.
Me dijeron que si llegaba cruzar esa playas si no tenía los papeles de compra de mi carpa, mochila, bolsa de dormir o cualquier equipo de camping que tenga ellos me los sacarían, me sacaría de la isla y no podría volver, le dije no se preocupen que eso no va a pasar y seguí mi camino hasta la entrada de la playa Caxadaço.

Después de una larga caminata había llegado a ese paraíso natural que estaba un poco escondido.

Un camino ni muy difícil ni muy fácil porque había llovido, las piedras estaban un poco húmedas y había por partes era un poco resbaladizo pero igual a pesar de todo eso había llegado a mi destino que era la playa Caxadaço.

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